El viaje de Irma Jager en Comunicación No Violenta , que comenzó en 2006 con el deseo de encontrar el lenguaje de la compasión con sus hijos pequeños, la ha llevado a este lugar: ser parte de la comunidad internacional de NVC como Entrenador/a Certificado.

Ella vive en la parte superior de la Isla Sur de Nueva Zelanda, en una comunidad con siete hogares, donde NVC ha sido el pegamento de su vida cooperativa durante dos décadas. “Nuestra familia cultiva alrededor del 80 por ciento de nuestra comida (piense en queso casero, tocino, miel y toneladas de verduras y frutas)”, dice, “y realmente amo la conexión con la comida que me nutre”. Ha sido una apasionada madre educadora en el hogar de tres hijos, ahora adultos.

Regularmente ofrece talleres diurnos o de fin de semana en su área local, para incluir capacitaciones básicas y temas específicos (por ejemplo, paternidad, empatía, parejas). También disfruta del coaching cara a cara, la empatía y la resolución de conflictos. Es facilitadora de Ruby Retreat, un retiro recurrente para personas que se están recuperando de una adicción. Su otra pasión es la salud y la nutrición y aporta las habilidades de NVC a sus sesiones de asesoramiento en salud.

Le gusta traer habilidades de CNV a la comunidad en una variedad de roles de voluntariado (por ejemplo, como bombero rural voluntario, organizaciones de eventos, cooperativa de alimentos local). Se desempeña como tesorera de NVC Charitable Trust, que tiene la gran ambición de "Conexión compasiva que prospera en Aotearoa-Nueva Zelanda".

Desde mayo de 2023 trabaja para el Centro de Comunicación No Violenta como Asistente de Programas; apoyando Entrenamientos Internacionales Intensivos en todo el mundo. "Pero lo que importa incluso más que 'hacer' estas cosas", dice Irma, es que "vivo y respiro la CNV con pasión".